Hoy entré en una pequeña discusión con el profesor de formación ciudadana por lo siguiente:
Cada Estado tiene fundamentos y fines basados en una o más nociones de bien para estos (un leguleyo sabrá desarrollar mucho más). Por ejemplo el Estado Chileno dentro de las definiciones de bien común disponibles en la Biblioteca del Congreso tiene una definición aristotélico-tomista que, por su naturaleza, apunta a un bien común dirigido por y para Dios. Pero, como todos sabemos, Chile, como Estado, desde hace un tiempo se dice estar separado de la Iglesia. Por tanto, no hay un bien común muy claro en la modernidad.
En base a esto, y por las diferentes definiciones parciales de valores y valoración de la democracia como bien en si mismo, es que le pregunté al profesor cual era su marco teórico sobre el bien común para pretender enseñarnos lo que nos enseña (pretende ser una clase imparcial de formación ciudadana). A lo cual me dijo que no estábamos definiéndolo. Le hice notar que si estabamos hablando de valores y bien democratico sí lo estábamos haciendo aunque no nos diéramos cuenta. Me volvió a decir que no lo estabamos haciendo (sospecho que no se dió cuenta) y me dijo que este iba a variar de acuerdo a la definición. Le seguí insistiendo y seguimos dando vuelta en lo mismo hasta que desistí.
¿Por qué pregunté esto y por qué lo escribo acá? Porque siento una profunda molestia (en parte porque yo mismo lo hice cuando fuí docente) con el pretender educar desde el relativismo. Otras ideologías al menos son fácilmente identificables y atacables, pero el relativismo al hacerse pasar por simple razonamiento pasa desapercibido si no se está atento y termina siendo mucho más dañino.
Le hice notar que si estabamos hablando de valores y bien democratico sí lo estábamos haciendo aunque no nos diéramos cuenta.
Eso no es cierto. Se puede trabajar con un concepto sin establecer una definición. Es, verdad que si uno lo usa es porque hay cierto entendimiento o perspectiva sobre ese concepto, pero eso no es una definición. Una definición es clara y exacta, requiriendo entonces de un proceso de confección deliberado y final. Trabajar un concepto sin una definición no es tan raro como parecería. En biología, por ejemplo, se ha propuesto que no es necesario definir el concepto de vida para su desarrollo científico. El concepto entonces queda abierto, ambiguo, sin terminar, pero no por eso inútil ni incomprensible ni imparcial.
Cabe recordar el clásico argumento de Wittgestein sobre el significado del concepto juego.
Te pido entonces me aclares cómo podemos hablar de un conjunto de valores sin delimitar previamente en qué tipo de sistema de valores queremos aplicarlos.
Entiendo tu aprensión y la encuentro válida, pero amigo, para efectos de una clase el hilo se tiene que cortar en algún lado o no?
Encuentro que tu punto es una preocupación genuina y buena para tener, pero que no se puede culpar al profe tampoco.
Porque tb se podría ir más atrás aún y preguntar por la epistemología necesaria y los axiomas que permiten un marco de pensamiento válido sobre el cual siquiera puede conceptualizarse el bien común o incluso el bien como cualidad…
Muy buena acotación y preguntas, pero por tu último párrafo suena a que querías identificar una ideología distinta a la tuya solo con el fin de atacarla.
Lo primero era saber con qué chichita me querían curar, lo segundo sí, cualquiera que pretenda ideologizar mínimo que tenga como defender sus desvaríos. Lo tercero, si es que todos tenemos una ideología, es discutible.
Me parece sensato y me encantaría tener esa discusión de buena fe.
Puede estar bajo tu nivel, pero has visto Pervert’s Guide to Ideology de Slavoj Zizek? Me interesaría recoger tu opinión de la reflexiones que hace (por desordenadas que sean).
Difícil resumirlo. Ya sabes lo mucho que divaga el hombre. Una de sus premisas que me llamó la atención es que la ideología es invisible para los que estamos sumidos en ellas y que romper con su visión de mundo es un proceso profundaments doloroso.
Comparto ambos puntos, aunque el segundo creo que rara vez se logra porque no se cuantos están realmente dispuestos a buscar la Verdad más que una “verdad” que justifique sus deseos.
Hoy entré en una pequeña discusión con el profesor de formación ciudadana por lo siguiente:
Cada Estado tiene fundamentos y fines basados en una o más nociones de bien para estos (un leguleyo sabrá desarrollar mucho más). Por ejemplo el Estado Chileno dentro de las definiciones de bien común disponibles en la Biblioteca del Congreso tiene una definición aristotélico-tomista que, por su naturaleza, apunta a un bien común dirigido por y para Dios. Pero, como todos sabemos, Chile, como Estado, desde hace un tiempo se dice estar separado de la Iglesia. Por tanto, no hay un bien común muy claro en la modernidad.
En base a esto, y por las diferentes definiciones parciales de valores y valoración de la democracia como bien en si mismo, es que le pregunté al profesor cual era su marco teórico sobre el bien común para pretender enseñarnos lo que nos enseña (pretende ser una clase imparcial de formación ciudadana). A lo cual me dijo que no estábamos definiéndolo. Le hice notar que si estabamos hablando de valores y bien democratico sí lo estábamos haciendo aunque no nos diéramos cuenta. Me volvió a decir que no lo estabamos haciendo (sospecho que no se dió cuenta) y me dijo que este iba a variar de acuerdo a la definición. Le seguí insistiendo y seguimos dando vuelta en lo mismo hasta que desistí.
¿Por qué pregunté esto y por qué lo escribo acá? Porque siento una profunda molestia (en parte porque yo mismo lo hice cuando fuí docente) con el pretender educar desde el relativismo. Otras ideologías al menos son fácilmente identificables y atacables, pero el relativismo al hacerse pasar por simple razonamiento pasa desapercibido si no se está atento y termina siendo mucho más dañino.
Eso no es cierto. Se puede trabajar con un concepto sin establecer una definición. Es, verdad que si uno lo usa es porque hay cierto entendimiento o perspectiva sobre ese concepto, pero eso no es una definición. Una definición es clara y exacta, requiriendo entonces de un proceso de confección deliberado y final. Trabajar un concepto sin una definición no es tan raro como parecería. En biología, por ejemplo, se ha propuesto que no es necesario definir el concepto de vida para su desarrollo científico. El concepto entonces queda abierto, ambiguo, sin terminar, pero no por eso inútil ni incomprensible ni imparcial.
Cabe recordar el clásico argumento de Wittgestein sobre el significado del concepto juego.
Te pido entonces me aclares cómo podemos hablar de un conjunto de valores sin delimitar previamente en qué tipo de sistema de valores queremos aplicarlos.
De la manera que estaba hablando tu profesor, o no? No era eso lo que estás reclamando en primer lugar?
Sí, por eso pregunto qué puedo entender por algo que se nombra pero no se nombra su contexto ni contenido.
Esa es la gracia, que quede abierta a interpretación.
Y así terminas con una enseñanza sin enseñanza ¿O qué se puede aprender de palabras sin contenido?
La comunicación en su totalidad no sería tautológica, y por ende técnicamente carente de definiciones obvetivamente significativas?
Pregunta genuina desde la ignorancia.
Desconozco, mi pregunta era sobre cosas concretas que el profesor estaba tratando de enseñar en una clase de formación ciudadana
Entiendo tu aprensión y la encuentro válida, pero amigo, para efectos de una clase el hilo se tiene que cortar en algún lado o no?
Encuentro que tu punto es una preocupación genuina y buena para tener, pero que no se puede culpar al profe tampoco.
Porque tb se podría ir más atrás aún y preguntar por la epistemología necesaria y los axiomas que permiten un marco de pensamiento válido sobre el cual siquiera puede conceptualizarse el bien común o incluso el bien como cualidad…
Y terminas sin enseñar nada…
Muy buena acotación y preguntas, pero por tu último párrafo suena a que querías identificar una ideología distinta a la tuya solo con el fin de atacarla.
Lo primero era saber con qué chichita me querían curar, lo segundo sí, cualquiera que pretenda ideologizar mínimo que tenga como defender sus desvaríos. Lo tercero, si es que todos tenemos una ideología, es discutible.
Me parece sensato y me encantaría tener esa discusión de buena fe.
Puede estar bajo tu nivel, pero has visto Pervert’s Guide to Ideology de Slavoj Zizek? Me interesaría recoger tu opinión de la reflexiones que hace (por desordenadas que sean).
No lo he visto ¿Qué dice?
Difícil resumirlo. Ya sabes lo mucho que divaga el hombre. Una de sus premisas que me llamó la atención es que la ideología es invisible para los que estamos sumidos en ellas y que romper con su visión de mundo es un proceso profundaments doloroso.
Comparto ambos puntos, aunque el segundo creo que rara vez se logra porque no se cuantos están realmente dispuestos a buscar la Verdad más que una “verdad” que justifique sus deseos.
De acuerdo.